literature

Los opuestos se atraen - cap 22

Deviation Actions

ChocolatWhite's avatar
Published:
7K Views

Literature Text

-Hmph, Que lastima ¿Sabes algo más? Ya comienzo a extrañarte- Contesto con una sonrisa sádica en su rostro-Liquídenlo- Ordeno por última vez aquel hombre, dándose vuelta aun con la muchacha en brazos alejándose de aquel lugar
-F-Fionna…- Fue lo último que dijo Marshall, antes de sentir un fuerte golpe en su nuca, el cual lo desmayo rápidamente por la intensidad del dolor, dejando en su memoria borrosa, la escena en la que el hombre que asesinó a su padre, se marchaba con la chica de quien se había enamorado, completamente desangrada, a punto de morir.

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Podían oírse leves ruidos, en el interior de una pequeña recamara, completamente sucia, sin ningún cuidado en especial, lo único que lograba oírse eran unos leves ruidos, provenientes de una muchacha, su cabello era dorado, y sus ojos eran de color azul zafiro, ella estaba acostada en aquel suelo descuidado, aquella muchacha, comenzaba a despertarse lentamente, sin ninguna fuerza en sus músculos, completamente adolorida, manteniendo apenas su respiración, que cada vez se acortaba más y más, la chica continuaba tosiendo, lo cual era lo que lograba oírse por los pasillos, esos eran los ruidos.
Alzó la cabeza, no podía levantarse, se encontraba en un lugar completamente desconocido, ante los ojos de ella, parecía un calabozo. Con las pocas fuerzas que poseía, y que le quedaban en aquel momento, trato de levantarse, y solo consiguió soltar un grito agudo, seguido de un horrible dolor en todo su cuerpo, en especial en su estómago, lentamente comenzó a levantar su camisa para poder hallar la razón por la cual se sentía más adolorida allí, su camisa estaba cubierta de sangre al igual que su estómago, podía sentir las lastimaduras que poseía en casi toda su espalda, como si fuesen agujeros provocados por alguna extraña razón, y recordó lo que había sucedido, aquel horrible desastre, se preguntaba una y otra vez “¿Dónde estoy?” “¿Dónde está Marshall?” “¿Qué paso?” pero continuaba allí, acostada, sola, en la oscuridad, la cual la envolvía con un manto helado.

Comenzó a oír unos pasos, que cada vez lograban escucharse cada vez más fuerte debido a su aproximación, alguien se estaba acercando. No podía moverse, no podía levantarse, solo podía observar la puerta, mejor dicho, la celda, que estaba frente a ella, algo o alguien se había parado frente a esta, observándola, no podía ver su rostro, debido a la oscuridad y a que aquel extraño o extraña llevaba puesto una capa, el cual cubría todo su cuerpo y la capucha que ocultaba su rostro, aquella aparición abrió la reja y Fionna no pudo evitar sentir un gran temor, estaba temblando cada vez más mientras aquella persona encapuchada se acercaba a ella, dejo una pequeña bandeja con comida frente a ella, se levantó luego de haberse agachado para entregarle la bandeja a la muchacha rubia, dio media vuelta y se fue.
Fionna estaba atónita, ella creyó que la lastimaría, o algo peor, pero no, solamente le dejo comida frente a ella y se fue, sin siquiera quitarse la capucha que le impedía verle el rostro, solo alcanzo a ver que en el rostro de este se había formado una leve sonrisa de lado debido a un pequeño rayo de luz que ingresaba en aquel cuarto por una mínima ventana, a la cual podría llamarse un “agujero” también, ya que parecía más eso que una ventana, aunque gracias a eso, podía suponer que era de día, eso la ayudaría a guiarse un poco, no mucho, pero era un comienzo.

Comenzaron a pasar los días, cada vez Fionna se sentía mejor, empezaba a mejorar, aunque le llevaba su tiempo, como era mitad vampiro, podía recuperarse de las heridas por si misma al igual que un vampiro normal, pero eso le llevaría más tiempo. Todos los días aquella persona volvía a dejarle comida, era la misma rutina, nada cambiaba, se oían pasos, llegaba a la puerta, se quedaba observándola durante unos segundos, abría la celda, dejaba la bandeja, y se iba. Había pasado ya bastante tiempo, la chica rubia no sabría con exactitud, ya que ella no sabía ni siquiera donde se encontraba, así que mucho menos sabría cuánto tiempo habría pasado desde que despertó. Ahora podía caminar tranquilamente, la mayoría de sus heridas comenzaban a desaparecer, pero aún se sentía mal, seguramente por los malos cuidados en los que se encontraba, todo estaba completamente sucio, frió y abandonado, un humano no podría vivir allí, ni siquiera ella.

Ese día volvieron a oírse los pasos, como siempre, Fionna se levantó decidida esta vez a interrogarlo, ya que ahora tenía más fuerzas que antes, por cualquier motivo podría pelear e incluso escapar, así que se sentía segura, las otra veces solo se había quedado sentada, observándolo desde un rincón.
Noto como aquella persona había llegado, con la misma bandeja en mano, parado allí, sin moverse, sin hablarle, nada.

-¿Quién eres?- Pregunto Fionna frunciendo el ceño

El encapuchado continuaba sin responder, solo respiraba, y la observaba, sin siquiera abrir su boca con la intención de responder

-¿Por qué me traes comida?- Pregunto nuevamente entrecerrando los ojos

Continuaba con la misma reacción a las preguntas de Fionna, nada.

-¿Dónde estoy?... ¡Contesta por favor!- Suplicaba Fionna exasperada y asustada
-Estas en un calabozo- Contesto sin ninguna expresión, por su voz, por lo menos ahora sabía que era un hombre, aunque aquella voz le resultaba algo conocida
-¿Y qué hago aquí? ¿Por qué me tienen encarcelada?-
-Por órdenes del Rey-
-¿Quién es el Rey?-
-No te lo puedo decir en este momento, ahora, debes irte-
-¿Qué?- Pregunto la chica rubia, atónita, no sabía qué hacer, ya que esa respuesta la había tomado por sorpresa, era obvio que quería irse, pero ¿A dónde?
-Lo que te dije, vamos, no puedes quedarte más tiempo aquí, no hay que arriesgarse- Concluyo aquel hombre tomando a Fionna por el brazo, arrastrándola afuera, sin antes fijarse de que no haya nadie cerca
-Aún no sé quién eres, no puedo confiar en alguien a ciegas- Se quejó Fionna soltándose del agarre del hombre entrecerrando sus ojos

Aquel desconocido soltó un gran suspiro y se quitó la capucha, dejando ver su arrugado rostro, aquellos ojos grises al igual que su cabello y la misma mirada autoritaria y estricta que siempre tuvo. Aquel desconocido encapuchado que siempre le traía la comida todos los días, y que solamente hacia eso y luego se marchaba nuevamente hacia quien sabe dónde, era nadie más ni nadie menos que su abuelo, Sheik Collinwood.

-Abuelo- Susurro Fionna hacia ella misma-¿Qué haces aquí?- Pregunto la muchacha sorprendida
-Estoy aquí porque necesitaba cuidarte, luego de aquella batalla en la que casi mueres, Hunson te llevo y te trajo aquí, te mantendrá encerrada hasta que puedas sanarte por completo, el quiere utilizarte-
-¿Utilizarme?-
-Así es, Fionna, hay algo que tengo que decirte-
-¿Qué sucede Sheik?- Pregunto Fionna confusa
-Cuando tu padre aún estaba vivo, él se había encontrado con Hunson Abadeer, unos días después de que llegaste a mi casa, donde aceptamos que te quedarías, tuvo que irse por unos problemas que tenía y se encontró con aquel demonio, ellos ya se habían conocido antes, ambos se tenían un odio profundo, aunque la razón de ese odio nunca la supe. Bien, ellos decidieron luchar, era la idea más idiota que se le pudo pasar por la cabeza a tu padre, pero lo hizo, ya que fue para defender a algunos aldeanos y demonios que Hunson maltrataba injustamente, creo que eso era lo único que respetaba de tu padre-Rio aquel hombre- Él era justo con todos y no se quedaría de brazos cruzados ante nada, supongo que de ahí sacaste esa actitud y ese ideal que tienes de defender a los demás. En fin, durante la pelea, Esteban logro arrebatarle las habilidades que Hunson poseía, aquellos poderes que lo hacían invencible, tu padre logro hacer eso ya que él también era un dahaka, como tú, había sido mordido hace tiempo, muchos no lo saben, pero los mitad vampiros que fueron mordidos por esas criaturas poseen la habilidad de arrebatarle los poderes a alguien más, y quedárselos para ellos, o implantárselos en alguien más, siempre y cuando sea otro mitad vampiro, si no lo es, el cuerpo rechazara aquellos poderes y consumirá toda su energía vital dejando al ocupante sin vida, muerto, Esteban logro, con la práctica, descubrir esa habilidad, pero no se lo dijo a nadie, para que no abusen de aquello, el creía que era mejor mantenerlo en secreto, y estaba en lo correcto, al arrebatarle los poderes, el único cuerpo en el que podría depositarlo fue en el tuyo, Fi, ya que hasta el mismo sabía que él no sería capaz de controlarlos, además, debido a todas las peleas en las que siempre se metía, terminaría muerto tarde o temprano, y cuando el ocupante de los poderes muere, los mismos vuelven al dueño original, así que sería una pérdida de tiempo nada más, y el supuso que tu serias lo suficientemente fuerte para no caer tan fácilmente, además, tú eras lo único, en lo que él podía confiar, desde ese momento, Hunson Abadeer ha estado vagando durante todos estos años, buscando el cuerpo de la persona que poseía sus poderes robados, y te encontró, ahora las únicas opciones que le quedan son matarte, o utilizarte como herramienta y que utilices tus poderes a beneficios de él, pero sabe que como han pasado muchos años desde que tuvo sus poderes, su cuerpo se desacostumbro, y no aguantaría tanto poder, lo cual lo enloquecería, bueno, más de lo que ya está, y llegaría hasta tal punto de acabar el mismo con su propia vida-
-Papa hizo todo eso ¿En verdad?- Pregunto Fionna con una expresión de tristeza en su rostro con sus piernas temblorosas
-Así es Fi, y ahora sabes la razón del porque siempre te trate tan fríamente, quería que vivas indiscreta con tus poderes, para que Hunson no pueda encontrarte, pero al fin y al cabo lo hizo, y mira donde terminaste-
-Yo… lo lamento- Se disculpó Fionna sin ninguna expresión en su rostro, cabizbaja
-No tienes por qué lamentarlo, yo soy quien debería disculparse, siempre te trate mal-
-Pero fue para protegerme- Interrumpió Fionna
-Lose, pero tal vez debí de habértelo dicho desde un principio, y así, las cosas seguramente serian diferentes, tal vez…mejores-Contesto Sheik abrazando a Fionna inesperadamente, sorprendiéndola, pero lentamente, ella fue devolviéndoselo- Sé que todos estos años te trate mal, y es verdad, tal vez algo de esa razón era porque me hacías recordar a tu padre, y a lo que le hizo a mi hija, pero tú siempre sonreías de todas maneras, y tenías la misma sonrisa de Margaret, tu madre adoptiva, me recordabas a ambos, y por culpa de eso quería protegerte, eras tan frágil de pequeña, recuerdo que también llorabas todo el tiempo, no quería que te quiebres- Continuo Sheik, separándose de la muchacha, observándola a los ojos, a aquellos ojos que poco a poco se tornaban de un azul zafiro y lleno de vida, a unos tristes, rojos con un brillo distinguido, ese brillo de las lágrimas- No quería perderte, porque eras lo único que me quedaba, eras mi única familia- Concluyo con una sonrisa triste, sintiendo un nudo en su garganta, Fionna ya había dejado correr varias lágrimas, gracias a todas las palabras provenientes de su abuelo, esas dulces palabras llenas de honestidad que nunca antes había oído.
-Abuelo, siempre fuiste tan duro, tan estricto, y nunca supe la razón del porqué, y ahora lo sé, y me doy cuenta, de que tampoco quiero perderte, eres casi como mi padre, nada más que un poco menos cariñoso-Rio la muchacha provocando una sonrisa por parte de Sheik-Pero de todas formas te amo, tal vez nunca lo dije, y supongo que no lo volveré a decir, pero quiero que lo sepas, y que no pienses que soy una niña descuidada, irrespetuosa y fría- Concluyo Fionna dejando que más lagrimas corran por sus mejillas rojas y húmedas
-Escucha, ahora debes de irte de aquí, lo más rápido posible, tu solo dirígete hacia la dirección que te daré, es un mapa, así que no te perderás y será un poco más fácil, allí encontras a muchas personas, las cuales te explicaran lo que está sucediendo, ya que yo no puedo darte mucha información, por el simple hecho de que estoy encerrado aquí, como tú, solo que soy como un sirviente, no puedo salir de aquí, en realidad, nadie puede, pero yo distraeré a todos, mientras tu escapas, y te ocuparas del resto- Ordeno Sheik a Fionna luego de separarse de ella, extendiéndole un papel en su mano, el mapa
-¿El resto? ¿Y que se supone que tendré que hacer?-
-No te preocupes, cuando llegues adonde te marque en el mapa, halla te dirán todo y te explicaran lo que tienes que hacer-
-¿Y por donde tengo que salir?-
-Sal por aquella puerta, nadie te vera allí, súbete a unos tanques que hay por allí y comienza pasar tratando de no hacer ningún ruido, luego hallaras una enorme puerta, que será la puerta de salida, aunque esta custodiada por muchos guardias, yo los distraeré para que puedas escapar rápidamente-
-¿Y a ti que te pasara?-
-Yo estaré bien, no te preocupes-
-Sheik, eres lo único que me queda, no puedes ir y hacer alguna idiotez provocando que te maten, y… que me abandones-
-Fionna, no te abandonare, lo prometió- Calmó Sheik a su nieta abrazándola nuevamente
-¿Lo prometes?- Pregunto la muchacha extendiendo su dedo meñique para que pudiesen jurarlo, como lo hacen los niños
-Pff… Lo prometo- Juro aquel hombre entrelazando su dedo con el de Fionna, riéndose
-De acuerdo, adiós abuelo- Se despidió la muchacha abrazando fuertemente al hombre, ambos se separaron, y Fionna se alejó corriendo rápidamente de allí.
-Por cierto ¡Fi!- Grito Sheik antes de que Fionna desapareciera de allí
-¿Qué sucede?-
-Ten-Le lanzo aquel hombre una especie de palo metálico a la muchacha, Fionna lo tomo, y noto que aquel objeto, era su guadaña
-¿Cómo lo…?-
-Te lo quitaron cuando te encarcelaron aquí, y con mis habilidades, pude tenerlo conmigo sin que nadie se dé cuenta-
-Gracias abuelo-Agradeció Fionna apretando su guadaña plegada contra su pecho-¡Adiós! ¡Promete que te cuidaras!-

La chica rubia se alejó corriendo de aquel lugar por la puerta que su abuelo le había señalado, Sheik aún se encontraba allí parado, con una sonrisa falsa en su rostro, y una expresión de melancolía en él. En aquella habitación solitaria y vacía, aquel hombre mantenía su mano izquierda en su espalda, en la cual sus dedos se cruzaban, en señal de que no podía cumplir aquello que le prometió a su nieta. “Lo lamento Fionna” pensó Sheik, cerrando sus ojos, aun con el nudo en la garganta, se dio media vuelta, y salió por la puerta contraria a la cual Fionna se había dirigido.

Fionna se encontraba dando pequeños pasos rápidos entre las sombras de aquel enorme lugar, ese lugar le resultaba algo conocido, pero no podía ponerse a pensar ahora a que le recordaba, llego hasta la puerta, donde noto que Sheik estaba en lo cierto. Había una gran variedad de guardias custodiando la entrada, Fionna se agacho esperando a que su abuelo haga su aparición, lo cual no tardo mucho, ya que a los poco segundos había aparecido aquel hombre viejo, al principio se hallaba caminando tranquilamente, sin ninguna preocupación, sin levantar sospechas, se acerco a un guardia, y de un movimiento rápido lo arrojo al suelo, los demás guardias reaccionaron rápidamente y apuntaron sus lanzas hacia Sheik, el solamente rio, levanto su vista, y comenzó a luchar contra todos los guardias, era alguien increíble, de movimientos rápidos lograba noquear a uno, pero cada vez venían mas y mas, pero Fionna se dio cuenta de que era momento de irse, aunque le dolía abandonarlo allí, en aquella pelea, era lo que él le ordeno que haga, era lo que debía hacer, ese era el plan. Se levanto rápidamente y se dirigió hacia la gran puerta y salió de allí corriendo lo más veloz que podía en aquel momento, sin antes fijar su mirada hacia atrás, observando a su abuelo pelear. Justo en el momento que observo hacia atrás, se quedo atónita, el lugar donde ella se encontraba encerrada era nada más ni nada menos que la asociación Rose-Black, destruida en muchos lugares, sintió un dolor en su pecho, el lugar donde paso prácticamente toda su vida, se había convertido en lugar más horrible que pudo haber imaginado.

Volvió su vista hacia adelante con mucho dolor y continuo corriendo, recordó el mapa que había guardado en su bolsillo y se fijo en el mismo, se escondió entre unos arbustos para que no la viesen y trato de ubicarse en donde se encontraba, al lograrlo, se dio cuenta de que no se hallaba tan lejos del destino al cual debía dirigirse y el cual su abuelo había marcado.
Continuo corriendo durante unos minutos, bajo varias colinas, se había alejado un poco de la ciudad, la cual estaba destruida, no había nadie por la calles, ni siquiera un alma, aunque sabía que aun los ciudadanos se encontraban vivos, podía ver unos que otros espiando atemorizados desde sus ventanas. “¿Qué habrá pasado?” se preguntaba la muchacha una y otra vez, llego hasta una especie de bunker, no abandonado, pero si descuidado y solitario, se fijo nuevamente en el mapa, y allí era, ese era el lugar al cual debía llegar, un poco confundida, ingreso lentamente hacia el mismo, sin bajar la guardia en ningún momento, por si las dudas, ya que estaba todo oscuro.

Al entrar allí, las luces se encendieron rápidamente, lo cual la asusto, y frente a ella, se encontraban varias personas, apuntándola con algún arma, como las que poseían en la asociación, guadañas, espadas, etc. Pudo reconocer varios rostros, pero no los recordaba completamente de donde eran, todos la miraban con desconfianza y tal vez odio, y ella en un acto de reflejo solo había alzado las manos en su defensa.

-¿Quién acaba de entrar?- Pregunto una voz masculina que provenía de alguien que se hallaba más alejado, alguien que comenzaba a acercarse, esa voz era completamente conocida para Fionna

Todos habían dado paso a aquel muchacho,al parecer, era alguien a quien todos respetaban, tal vez podría ser el líder de ellos, o quien mandaba allí, no lo sabia. El chico era un vampiro, sus ojos eran de color rojo, su cabello era de color negro azabache y estaba vestido con una ropa militar, y sostenía varias armas con él.

-¡Marshall!- Grito Fionna alegremente y de un movimiento rápido se lanzo sobre el abrazándolo con todas sus fuerzas

El vampiro hizo un gesto de enojo, se separo rápidamente de la chica que lo había abrazado y la observo a los ojos, sosteniéndola de los hombros, mientras fruncía el ceño

-¿Quién diablos eres tú?-
Espero que les haya gustado!!x3
Weeeeeeeeeeeeep! mis corazhones! lamento haber subido el capitulo 2 semanas despues, perdonen u.u pero es que.... buah, no les quiero tirar toda mi mierda, asi que mejor digamos que tuve varios problemas c:
Si, el apellido de Sheik es Collinwood, creo que lo habia dicho en el cap 16(? y no es tan malo, el solo queria proteger a fi c': :iconclapplz: x33
Emm, no me acuerdo que mas les queria decir x'D
Asi que, Muchisimas gracias a todos los que comentan, agregan a favoritos y en especial leen mi fic x33 enserio, se los agradezco mucho :'DD los loveo a todos x33 :iconbaibaiplz:


Le dedico este cap a mi socia de cuacktec :iconsoffiii: Por que la loveo con todo mi jart :'DD
© 2013 - 2024 ChocolatWhite
Comments220
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
NadyrFANFOREVERHDA's avatar
quee no puede pasar marshall nooo aa  a a