Los opuestos se atraen - cap 21

-De acuerdo, Adiós vampiro idiota, cuida bien de Fionna o te matare-
-Sí, si lo que digas- Contesto Marshall alejándose de Finn

La pareja se había despedido nuevamente, Finn había vuelto a la asociación, Marshall regreso a su habitación para poder quedar descansar, y Marceline decidió quedarse en su habitación con Fionna para poder cuidarla.

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Marceline podía oír unos muebles abrirse y cerrase, pasos que se dirigían de un lugar a otro que no cesaban, los cuales no la dejaban continuar durmiendo, abrió sus ojos soltando un sonido de disgusto y vio como Fionna caminaba de un lado al otro abriendo y cerrando los cajones, noto que se encontraba totalmente sana y se le formo una sonrisa en su rostro, se sentó en su cama y Fionna se detuvo al darse cuenta de que su compañera de cuarto se había despertado y la observaba

-Veo que estas mejor, Fi- Comenzó la vampiresa arqueando una ceja
-Sí, estoy mejor que ayer, gracias por los medicamentos Marcy- Contesto la rubia con una sonrisa en su rostro
-¿Qué buscas?- Pregunto Marceline observando los cajones que Fionna revisaba
-Oh, nada importante- Contesto riendo nerviosamente
-Claro que es importante, si no, no estarías haciendo tanto ruido-
-Ugh, lo lamento ¿Te desperté?- Pregunto Fionna encogida de hombros
-Sí, lo hiciste, pero ya que, tenía que despertarme en algún momento-
-Lo lamento- Volvió a disculparse la chica rubia
-No es nada, entonces ¿Qué buscas?- Pregunto nuevamente acercándose  a su compañera
-¿Si te digo me prometes que no dirás nada?- Pregunto Fionna luego de soltar un gran suspiro
-Lo prometo-
-El día que vine cuando Marshall me había llevado su conjunto de ropa para que me cambie en el baño porque estaba completamente mojada, dejo caer una cadena de entre esas ropas, y lo tomo rápidamente, aunque alcance a ver que tenía los mismos símbolos que mi collar ¿Recuerdas? Pues, creo que Marshall tiene la cadena que me ayudara a quitarme esta maldita cosa- Susurro Fionna hacia la vampiresa que la miraba sorprendida
-¿Y porque no se lo dijiste a él?-
-Es que no estaba segura, y no quería contarle sobre esto- Contesto tímidamente encogida de hombros
-Pues supongo que si él la tiene la habrá guardado dentro de alguno de sus cajones de ropas- Sugirió la vampiresa al mismo tiempo en el que suspiraba
-¿Tú crees? ¿Y cómo lo sabes?-
-Es mi primo, nos conocemos desde que tenemos memoria, prácticamente se todo sobre el- Alardeo Marceline
-De acuerdo ¿Crees que podríamos revisar sus cosas sin que él se dé cuenta?-
-Pues claro, él duerme como todo un perezoso, así que no se despertara, ven, vamos- Finalizo Marceline tomando a Fionna de la mano sacándola de la habitación

Comenzaron a caminar en hurtadillas por los pasillos de la gran casa hasta llegar a la habitación del Rey vampiro, abrieron la puerta cuidadosamente procurando no despertar al vampiro y continuaron su caminata sigilosa hasta llegar a los cajones, como Marceline podía ver en la oscuridad, está la guiaba por la habitación oscura de Marshall, donde no había ninguna luz encendida por gusto del vampiro, empezaron a abrir sus cajones y a revolver la ropa que se hallaba en ellos en busca de algo con forma de cadena, o algo que la contenga.
Luego de varios minutos en los que estuvieron desparramando la ropa del Rey Vampiro, Marceline sintió una cajita con un moño por debajo de todo, la tomo suponiendo que esa seria y cuando estaban dispuestas a volver vieron como las luces de la habitación se habían encendido rápidamente, se voltearon hacia la cama de Marshall, y lo encontraron a él, sentado en el borde con sus ojos totalmente rojos de la ira

-¿Qué diablos creen que hacen en mi habitación?- Pregunto el vampiro de brazos cruzados
-Ah, hola Marshy, solo estábamos, emm…. ¿Limpiando?- Contesto Fionna de manera nerviosa tratando de esconder la caja que sostenía Marceline
-Si claro, estaban limpiando arrojando todas mis ropas en el suelo- Fulmino el vampiro a las dos muchachas-¿Qué tienen ahí detrás?- Pregunto flotando hacia ellas arrebatándoles la pequeña cajita
-¿Qué hacen con esto?- Pregunto aún más irritado
-S-solo queríamos verla, eso es todo- Contesto Fionna nuevamente intimidándose
-¿Y para que querían verla?-
-Porque necesitamos esta caja- Concluyo Marceline arrebatándole la caja a Marshall de sus manos
-¿Qué necesitan de esa caja?-
-Lo que hay dentro de ella-
-¿Una miserable cadena?-
-¡Exacto!- Grito Fionna entusiasmada sorprendiendo al vampiro
-¿Para qué quieren la cadena?- Pregunto extrañado
-La necesitamos para algo importante-
-¿Qué cosa? Seguiré preguntando hasta que me contesten con la verdad- Advirtió el vampiro sonriendo maliciosamente
-No tiene caso, tendré que decírselo- Comento la muchacha rubia luego de soltar un gran suspiro
-¿Decirme que?-
-¿Ves este collar que llevo puesto?- Pregunto la muchacha señalando el collar moviendo su larga cabellera de color dorado
-Si-
-Bien, este collar me lo implanto mi abuelo hace mucho, sirve para mandarme descargas eléctricas cada vez que él quiera hacerlo-
-¡¿Qué?!- Pregunto el vampiro totalmente irritado y asustado
-Espera, según unos libros, si consigo la cadena que está dentro de esa caja, que sería una con los mismos símbolos que posee el collar, podría liberarme-
-¿Es enserio?- Pregunto el muchacho de cabellera negra no totalmente convencido
-Eso espero-
-Bien, supongo que podríamos intentarlo- Agrego el chico sacando la cadena de la pequeña caja y tomándolo entre sus manos
-Hazlo- Finalizo Fionna cerrando sus ojos dando vuelta su cabeza para que su cuello quede frente al muchacho

Marshall comenzó a acercar la cadena  lentamente hacia el collar de Fionna, introdujo uno por unos los símbolos de la cadena con respecto al collar en orden, primero el corazón, luego el trébol, luego el rayo, y por último, la espada.
Al terminar de colocarlos Fionna abrió sus ojos de par en par y en menos de un segundo soltó un fuerte y estrepitoso grito, se cayó al suelo de rodillas, y podía verse como alrededor de ella la envolvía una gran descarga eléctrica que la comenzaba a matar lentamente.

-¡Fionna!- Gritaron ambos vampiros tratando de acercarse a la muchacha, los cuales solo recibieron una descarga eléctrica por parte de ella

Luego de unos segundos de aquellos gritos de dolor de la muchacha, que no parecían acabar nunca, cerro sus ojos y cayo desmayada, el collar, se partió en dos soltando bastante humo y soltando pequeños destellos de electricidad. Se acercaron a Fionna rápidamente y Marshall la tomo en brazos tratando de despertarla desesperadamente, Marceline trato de hacer lo mismo, gritaban su nombre en vano. Decidieron romper todas las reglas e ir hacia la asociación por si alguien pudiese ayudarlos, se levantaron rápidamente, ese día estaba nublado, así que no necesitaban nada que los cubra, por ende, salieron precipitadamente de la gran casa, dirigiéndose hacia donde podría ser su fin.

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-¡Aaron! Por fin te encuentro- Gritaba Finn saludando a su mejor amigo, un poco cansado
-¡Hey! ¿Qué pasa Finn? ¿Para qué me buscabas?-
-Te estuve buscando para hablarte de Fi-
-¿Fi? ¿Qué sucede con ella?- Pregunto Aaron algo asustado y sorprendido
-No es nada malo, no te preocupes, está en la casa de Marshall y de Marceline, ellos la están cuidando-
-Eso significa que no está bien, si está con ese vampiro- se quejó Aaron de brazos cruzados
-Pff… Si está bien, esta con Marcy, así que ella es capaz de cuidarla-
-Me imagino- Contesto el chico de cabellera castaña sarcásticamente rodeando sus ojos


-Atención a todos los miembros de la asociación “Rose-Black”- Se oyó una voz femenina proveniente de las escaleras del salón principal, para ser más exactos, la de Elizabeth
-¿Qué sucede?- Se preguntaban varios cazadores entre ellos acercándose hacia donde se encontraba Elizabeth
-Leales cazadores, como ya saben, yo estoy ahora al mandato de la asociación, y me gustaría comenzar con unas pequeñas remodelaciones-
-¿Qué? ¿Cómo que remodelaciones?- Pregunto una cazadora llamada Ais, su cabello era de color negro como la noche, sus ojos eran de color miel, y tenía una estatura similar a la de Fionna, llevaba puesto el uniforme de la asociación
-Así es Ais, comenzando por cambiarle el nombre a la asociación-
-¿Qué? No puede hacer eso- Se quejó Finn apareciendo de entre la multitud que se hallaban oyendo atentamente a la mujer
-Pues claro que si puedo hacerlo, el nombre “Rose-Black” ya es muy viejo, necesita algo un poco más “nuevo”-
-Ese fue el nombre que le dio el abuelo de Fi a la asociación- Se quejó Aaron apretando sus puños con fuerza
-Tienes toda la razón, “Fue”, ahora la nueva líder soy yo, y yo impongo las reglas que deben seguir cualquier miembro de la asociación, ya que el ex-líder desapareció, y la nieta fue expulsada, no hay nadie más en la rama familiar-
-¡Usted la expulso!- Grito Finn completamente irritado
-¡Porque era un vampiro! ¡No merecía estar aquí!-
-¡Claro que merecía estar aquí! ¡Usted tiene una mente cerrada! ¡Eso es lo que ocurre!-
-¡¿Estás buscando que te eche a ti también niño?!-Amenazo Elizabeth hacia Aaron
-¡Cierre su boca de una buena vez!- Grito Finn interfiriendo
-¡¿Qué dijiste?!-
-¡Lo que oyó!-

En ese momento oyeron como la gran puerta principal se abría de golpe, dejando en vista a dos vampiros, de los cuales uno de ellos sostenía a una muchacha desmayada, para ser exactos, a Fionna.

-¡Fionna!- Gritaron Finn y Aaron abriéndose paso entre los cazadores acercándose al cuerpo de la chica
-¡Vampiros!- Grito uno de los cazadores colocándose en posición de ataque, seguido de los demás
-¡Alto!- Grito Marshall dejando a todos en silencio-Por favor, ayúdenla- Suplico de manera sincera y asustada

Los cazadores se detuvieron al momento en el que vieron aquella mirada, dudando en si atacar, o creen en aquellos que estaban viendo delante de sus ojos

-Por favor, no vayan a creer en un vampiro, más aun si trae una humana desmayada en sus brazos- Interrumpió Elizabeth acercándose a ellos
-¡No la escuchen! Fionna está herida, y no sabemos que pudo haberle ocurrido, o que hacer- Contesto Marceline apretando sus puños con rabia y tristeza
-¿Qué le sucedió?- Pregunto Finn
-Le quitamos el collar, y de la nada comenzó a gritar, el collar la había electrocutado aún más, luego se desmayó y el collar se partió en dos- Contesto Marshall
-Alto ¿Le quitaron el collar?- Pregunto Aaron totalmente sorprendido
-Sí, larga historia, luego te la contamos- Contesto Marceline

-Nngh ¿Q-Que sucede?- Pregunto Fionna, quien comenzaba a despertarse lentamente algo adolorida
-¡Fionna!- Gritaron todos al unísono alegremente provocando que la misma se sobresalte
-¿Q-Que?- Pregunto nerviosamente
-Me alegra que estés bien conejita- Contesto Marshall atrayéndola hacia a él logrando que lo abrace
-M-Marshy- Susurro Fionna totalmente sonrojada

Fionna se separó de él, lo observo a los ojos, a aquellos ojos de color rojo escarlata que la observaban con ternura, y antes de darse cuenta, él ya los había unido en un apasionado beso, frente a todos los que se encontraban en aquel momento en la asociación, al separarse Marshall soltó una gran sonrisa y Fionna estaba aferrada a su cuello completamente sonrojada

-¡Es todo!- Aquel momento fue interrumpido por la gran y estrepitosa voz de Elizabeth, todos se voltearon a verla, quien estaba completamente enojada y con los puños cerrados de la ira-¡Además de atreverte a volver a la asociación, vuelves con dos vampiros! ¡Y pruebas por medio de un beso que fraternizas con uno de ellos!-

Todo el salón había quedado en silencio, nadie decía nada y lo único que se oía era el sonido del viento que entraba por la gran puerta que aún continuaba abierta, y de los pequeños cantos de los pájaros.

-No creas que te salvaras esta vez, niña- Amenazo Elizabeth fulminando a Fionna con la mirada-¡Todos! ¡Liquídenla!- Ordeno aquella mujer gritando los más fuerte que podía en aquel momento

-Sobre nuestro cadáver- Amenazaron Finn, Aaron, Marceline, Marshall, Cake y Jake, que habían ingresado a la escena en aquel momento
-Pues eso se puede arreglar- Comento Elizabeth con una sonrisa ganadora en su rostro
-¿Enserio van a escucharla y hacer lo que ella diga?- Pregunto Finn hacia los demás cazadores
-Es que… Se supone que según el reglamento de los cazadores, ningún miembro humano de la asociación puede fraternizar con algún espécimen no caracterizado como “humano”, en este caso, vampiro, de lo contrario, se le ordena la inmediata liquidación- Contesto Mizi
-Pero Fionna ya no pertenece a la asociación, y no es del todo humana ¿Recuerdan?- Defendió Aaron a su mejor amiga con una sonrisa satisfactoria

Todos comenzaron a mirarse entre sí, dudando, si creerle a quien había estado junto con ellos durante todos estos años, quien los había ayudado y querido, a Fionna, o a una mujer que solo lograba hacerlos dudar, y ponerlos en contra de todos, a Elizabeth. Todos se voltearon hacia Elizabeth, con una expresión de enojo en su rostro, dando a entender que esta vez, se hallaban del lado de Fionna.

-¿Qué hacen? ¿Por qué me observan así y no asesinan a aquellos vampiros?- Pregunto Elizabeth apretando sus manos fuertemente contra el barandal de la escalera
-Porque ya no estamos de tu lado, y abrimos los ojos- Contesto Mizi observándola con odio
-¿Qué? ¡¿Cómo se atreven?!-



-¡Todos! ¡No hay tiempo! ¡Lárguense de aquí! ¡En especial Fionna!- Interrumpió estrepitosamente la voz de un hombre de mayor edad, quien acababa de ingresar a la asociación, la voz de Sheik

Todos se voltearon rápidamente, para encontrarse con aquel hombre, cubierto de sangre y de heridas, sus ropas estaban rotas y apenas si podía mantenerse de pie

-¡Sheik!- Grito Fionna alegremente
-¡Fionna! ¡Vete!- Grito Sheik haciendo señales con su mano de que se alejara
-¿Qué?- Susurro Fionna sin lograr entender a que se refería su abuelo

De la nada comenzaron a aparecer dahakas oscuros convertidos en bestias, atravesaban los ventanales destrozando por completo los vidrios, ingresaban por las puertas, hasta llenar el gran salón principal, rodeando a los cazadores.
De la puerta, ingresando tranquilamente dando paso por paso, aparecía un hombre, al cual los dahakas le abrían paso para que ingrese, estaba vestido de traje y su cabello era negro, se posiciono frente a Sheik, quien se hallaba en el suelo, desmayado por las heridas y cortaduras que poseía en su cuerpo, continuo su caminata hasta llegar frente a Fionna, la vio de reojo y soltó una sonrisa, la tomo rápidamente del cuello y comenzó a ahorcarla lentamente. Marshall y Marceline, ante eso golpearon a aquel hombre fuertemente, ambos llenos de ira, arrojándolo hacia un lado, Fionna cayó al suelo tosiendo por la falta de aire y Finn y Aaron se acercaron a socorrerla

-Heh, Parece que aún conservan su fuerza- Comenzó aquel hombre levantándose lentamente
-Pues claro que lo hacemos, y tú te pones más viejo y débil- Contesto Marshall observándolo con mirada asesina
-¿Tú crees? Pues para mi sigo igual que antes-
-No lo creas, Hunson Abadeer- Contesto Marceline
-¿Abadeer?- Se preguntaron Finn y Fionna entre ellos
-Oh, veo que siguen igual de indisciplinados de antes, mi querido hijo, y mi querida sobrina-
-No soy tu hijo, y por ende, ella no es tu sobrina, no nos llames así- Se quejó Marshall furiosamente
-Pero yo herede ese título hace mucho, hijo-
-Lo heredaste por haber matado a mi verdadero padre, maldito-
-Pero esos son cosas del pasado, abre tu mente hacia el futuro, abre tus brazos hacia tu nuevo padre- Comento Hunson con una sonrisa falsa en su rostro abriendo sus brazos
-Claro que lo hare ¡Pero de otra manera!- Grito Marshall arremetiendo un puñetazo hacia el rostro de Hunson
-No debiste hacer eso, hijo, no al Líder y Rey de los Dahakas oscuros-


Aquel hombre se dirigió hacia Marshall, lo tomo de su camisa y lo golpeo en el rostro mandándolo hacia el suelo, provocando una grieta en el mismo, el chico se levantó pesadamente y apoyándose en sus dos brazos, movió su pierna derecha por detrás de las piernas de Hunson, haciéndolo caer al suelo, se posiciono arriba de él y clavo sus garras en el pecho del mismo, haciéndolo soltar una fuerte toz, escupiendo sangre, el hombre arrojo a Marshall hacia un lado, comenzó a sacar pequeños tentáculos de él y lo ataco, Marshall esquivo algunos ataques de su oponente y otros logro contrarrestárselos.
Mientras, los dahakas oscuros habían comenzado a atacar a los demás cazadores, algunos convertidos en bestias, otros en forma de humanos, Fionna utilizo su guadaña para poder pelear contra algunos, clavo el filo de su guadaña en el estómago de una de las bestias, provocando que este chille de dolor, lo quito del estómago de este, y le corto la cabeza. Finn combatía con sus kusarigama junto a Aaron, quien luchaba con sus dos espadas, el muchacho de cabellera rubia lograba atravesar el cuerpo de uno de sus oponentes con su arma, tomaba uno de los extremos de la kusarigama, y empezaba a girarlo y a golpear a sus oponentes el cuerpo de un dahaka, con su arma atravesada en el, como si fuese una bola de metal, atada a un hilo o una cuerda. Aaron masacraba a los Dahakas con sus dos espadas, atravesaba el pecho de alguno, les cortaba la cabeza o si no realizaba una lucha cuerpo a cuerpo, el cual era su especialidad al igual que Marceline, aquella vampiresa desnucaba a sus oponentes, les rompía la espalda, buscabas distintas maneras para asesinarlos.
Fionna, por su parte, se hallaba luchando contra algunos dahakas, demasiados para ella, esta vez había arrojado su arma y comenzó a luchar con las sombras que ella poseía, en un momento de su pelea, logro divisar a Marshall, quien se encontraba luchando contra Hunson Abadeer, el Rey de los oponentes contra quienes luchaban en aquel momento, que aquel hombre, había golpeado fuertemente a Marshall en el estómago, dejándolo en el suelo.

-¡Marshall!- Grito Fionna desesperadamente, bajando su guardia, en aquel momento sintió como miles de lanzas la atravesaban por la espalda, al haber bajado su guardia, los dahakas contra quienes luchaban aprovecharon el momento y la hirieron gravemente, dejándola desangrar, casi asesinándola.

Marshall levanto su vista y al ver aquella horrible escena, alcanzo a gritar “¡Fionna!” con todas sus fuerzas, completamente asustado, queriendo levantarse e ir a ayudarla, sintió como alguien lo pateaba en la espalda, haciéndolo caer otra vez, pisándolo fuertemente, abrió sus ojos, tratando de levantarse una vez más, casi sin energías, y logro divisar como Hunson Abadeer sostenía el cuerpo moribundo de la muchacha rubia, completamente desangrada, sus ojos cerrados, y aquella mano colgando donde chorreaban pequeñas gotas de sangre

-N-No, N-No le h-hagas n-nada, maldito enfermo- Amenazo Marshall con las pocas fuerzas que le quedaban, aun en el suelo
-No te prometo nada mi querido hijo ¿Sabes? Podrías haberte quedado junto a mí, y te hubiese ahorrado todos estos problemas
-Nunca e-estaría con alguien como tú-
-Hmph, Que lastima ¿Sabes algo más? Ya comienzo a extrañarte- Contesto con una sonrisa sádica en su rostro-Liquídenlo- Ordeno por última vez aquel hombre, dándose vuelta aun con la muchacha en brazos alejándose de aquel lugar
-F-Fionna…- Fue lo último que dijo Marshall, antes de sentir un fuerte golpe en su nuca, el cual lo desmayo rápidamente por la intensidad del dolor, dejando en su memoria borrosa, la escena en la que el hombre que asesinó a su padre, se marchaba con la chica de quien se había enamorado, completamente desangrada, a punto de morir.